Desiertos
Desde aquí hasta allí eran dos horas de conducción, ella nunca había pasado por este lugar, ni al ir ni al venir, y yo había pasado cientos de veces.
Por la A92 dirección Granada, ella conduciendo su BMW, calmada, serena, con un buen ritmo, conducía segura de sí misma. Yo muy tranquilo, a su lado.
Por ese motivo pocas veces había percibido la belleza del paisaje, quizás ya estaba acostumbrado a verlo sin darme cuenta de lo que percibía. Sin embargo, cuando el viaje llegó a su objetivo y, a la vuelta ya venía con la tranquilidad de llevar a su hija en los asientos de atrás del coche, empezó a comentar la belleza de un lugar enigmático que percibió y sin darse cuenta me enseñaba toda la belleza de la magnitud de un desierto situado pasado el pueblo de Gérgal en la provincia de Almería