Las olas, viajeras
como su madre la mar,
son bellas siempre, vengan
guiadas por los mas diversos vientos,
ellas siempre saben
arrastrar, de tu alma, cada uno de los pesares que te queman por dentro,
con tan sólo sus caricias en tu mirada.
con tan sólo sus caricias en tu mirada.
¿Cómo no iban a ser
bellas?,
si a su paso regalan su sutil melodía
si a su paso regalan su sutil melodía
que te embriaga como
un canto de sirena.
Da igual su
nacionalidad, vengan del viento que vengan,
ellas saben que las
miras, ellas saben sanar tus heridas.
© 2011 Felicitas Ramirez De Acuña